En unos de los tantos viajes por mi país, recorrí la provincia de San Luis y, dentro de las ofertas gastronómicas regionales, el chivito o cabrito es un lenguaje tradicional y común en el boca en boca de todos.
Con más de 300.000 cabezas de ganado caprino, los puntanos se hacen muy fuertes con esta carne rica, sabrosa y delicada al paladar.
Existen diferentes formas de preparar un chivito y, en este caso en particular, trabajé con uno de la ciudad de Merlo.
Podemos hacerlo al asador, a la parrilla, al horno, en escabeche y a la cacerola, en todas las formas siempre responde muy bien al paladar.
A la leña: primero debemos estaquearlo o colocarlo en una cruz de hierro, bien atado
Si tenemos un buen lugar los hacemos en el asador o, de lo contrario, podemos armar en un bastidor en una parrilla al fuego de leña:
Al horno: Tomamos el cuarto trasero y lo adobamos muy bien con ajo picado, orégano, ají molido, sal y pimienta.
Luego de unos 45 a 60 minutos:
A la parrilla: Trozamos unas partes y, luego de que el fuego se encuentre bien prendido, colocamos en la parrilla.
Luego de unas horas, y al encontrase bien dorado, servimos:
Una riñonada de chivito:
Y el especial es el Chivito a la cacerola:
Trozamos un cuarto y parte del costillar en porciones y lo colocamos en una olla a dorar en aceite de oliva con ajo picado, sal y pimienta negra molida.
Retiramos las presas y en el mismo fondo rehogamos cebolla común, verdeo, ají morrón rojo, verde y amarillo. Luego de unos minutos, incorporamos un vaso de vino blanco y reforzamos el sabor con ají molido y orégano.
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