Recetas de guiso de lentejas hay una enormidad y en cada casa se prepara siguiendo aquellas de la abuela, la madre o esa tía muy cercana que nos hacía de comer cosa ricas....
En mi caso en particular, adopté la receta de mi madre con sólo un agregado, pechito de cerdo.
La preparación es sumamente fácil y siempre debemos comenzar con elegir el principal componente de este guiso, la lenteja.
Luego de tener definido el tema anterior, comenzaremos con la preparación de la base del guiso. Para ello, tomamos una olla colocamos aceite de girasol o mezcla y rehogamos cebolla, ajo picado, morrón rojo y cebolla de verdeo, en cantidades tales como una cebolla, un morrón rojo, dos dientes de ajo y tres cebollas de verdeo medianas. Salpimentamos a gusto.
La preparación es sumamente fácil y siempre debemos comenzar con elegir el principal componente de este guiso, la lenteja.
La lenteja es un alimento con una alta concentración de nutrientes. Los hidratos de carbono son los más abundantes y están formados fundamentalmente por almidón Sus proteínas vegetales, aunque en buena cantidad, son incompletas, puesto que son deficitarias en metonimia (aminoácido esencial). No obstante, si se combinan las lentejas con cereales como el arroz, alimento rico en dicho aminoácido, se convierten en proteínas de alto valor biológico, equiparable a las que aportan los alimentos de origen animal. El contenido en lípidos es muy bajo. El aporte de fibra aunque importante, es también inferior al de otras leguminosas.
En cuanto a vitaminas , son ricas en B1, B3 y B6, y no lo son tanto en ácido fólico. Abunda el zinc y el selenio, pero sobre todo el hierro. El selenio es un mineral antioxidante que protege a las células del organismo humano de la oxidación provocada por los radicales libres.
Variedades:
- Rubia castellana o reina: de color verde claro y de tamaño bastante grande. Es de tamaño regular y es la lenteja que más se consume en nuestro entorno.
- Rubia de Armiña: se diferencia de la anterior, en que es de mayor tamaño y de menor consumo.
- Verdina: es de pequeño tamaño.
- Pardina: es de pequeño tamaño, pero un poco más grande que la verdina. Se consume sobre todo en conserva. La pardina y la verdina, se cuecen rápido, por lo que resultan muy cómodas para preparar estofados de lentejas en poco tiempo.
- Beluga: Pequeñas, redondeadas y negras, deben su nombre a su parecido externo con el caviar. Su bonita presentación ha hecho que se pongan de moda en los últimos tiempos y que, aunque sean difíciles de encontrar en el mercado, se vean frecuentemente en los platos de muchos chefs.
- Urad dad: lentejas blancas procedentes de India, con un alto contenido en proteínas.
- Verde du Puy: Lentejas bajas en almidón, con aroma a nuez y procedentes de Auvernia. Han sido llamadas también “el caviar de las lentejas”, nombre que disputan con las Beluga
- Crimson o Canadiense: Una lenteja turca que se cuece en 10 minutos y resulta excelente para purés
- Red Chief: Lenteja egipcia muy consumida en Pakistán donde se conoce como Masoor Dahl
Hoy en día, ya no es necesario dejarlas en remojo la noche anterior porque las que se adquieren en cualquier supermercado en bolsa cerrada ya poseen un proceso. No es así cuando se compran en tiendas especiales al peso, donde es necesario lavarlas muy bien y dejarlas en ramojo.
Luego de tener definido el tema anterior, comenzaremos con la preparación de la base del guiso. Para ello, tomamos una olla colocamos aceite de girasol o mezcla y rehogamos cebolla, ajo picado, morrón rojo y cebolla de verdeo, en cantidades tales como una cebolla, un morrón rojo, dos dientes de ajo y tres cebollas de verdeo medianas. Salpimentamos a gusto.
Cuando comienzan a transparentarse estos ingredientes incorporamos trozos de panceta ahumada y carne de vaca. Volvemos a salpimentar a gusto.
Ni bien comienzan a dorase estas carnes agregamos el pechito de cerdo cortado por costillas y las rodajas de chorizo de cerdo y colorado, previamente hervidos en agua caliente para desgrasarlos.
El pechito de cerdo debe ser de un tamaño mediano para que pueda sentirse claramente en el plato.
Es el momento de agregar las verduras trozadas tales como papa, zapallo, zanahoria y, sobre el final, rodajas de choclo. Las cantidades van a gusto y de acuerdo a la cantidad de porciones que se desea realizar.
Un punto importante, es el agregado de caldo de verdura, previamente realizado y caliente, para incorporarlo en esta etapa antes del agregado de las lentejas.
También cabe destacar tener presente las especias, perejil picado , tomate concassé y arvejas que se deben agregar.
Ahora es el momento de agregar las lentejas y dejar a fuego lento unos 20 a 25 minutos, siempre con una buena cantidad de caldo para que se terminen de cocinar. Unos 10 minutos antes de servir, agregamos las rodajas de choclo.
Listo para servir este hermoso, nutritivo y sabroso guiso para esos días de invierno muy fríos, acompañado con un buen vino y un excelente pan.
Dos elementos importantísimos para que nuestro paladar deleite sabores con alegrías.
Un guiso así reclama vinos frutados, sin madera y de paso cordial, un buen Malbec es lo ideal.
Ni bien comienzan a dorase estas carnes agregamos el pechito de cerdo cortado por costillas y las rodajas de chorizo de cerdo y colorado, previamente hervidos en agua caliente para desgrasarlos.
El pechito de cerdo debe ser de un tamaño mediano para que pueda sentirse claramente en el plato.
Es el momento de agregar las verduras trozadas tales como papa, zapallo, zanahoria y, sobre el final, rodajas de choclo. Las cantidades van a gusto y de acuerdo a la cantidad de porciones que se desea realizar.
Un punto importante, es el agregado de caldo de verdura, previamente realizado y caliente, para incorporarlo en esta etapa antes del agregado de las lentejas.
También cabe destacar tener presente las especias, perejil picado , tomate concassé y arvejas que se deben agregar.
Ahora es el momento de agregar las lentejas y dejar a fuego lento unos 20 a 25 minutos, siempre con una buena cantidad de caldo para que se terminen de cocinar. Unos 10 minutos antes de servir, agregamos las rodajas de choclo.
Listo para servir este hermoso, nutritivo y sabroso guiso para esos días de invierno muy fríos, acompañado con un buen vino y un excelente pan.
Dos elementos importantísimos para que nuestro paladar deleite sabores con alegrías.
Un guiso así reclama vinos frutados, sin madera y de paso cordial, un buen Malbec es lo ideal.